El actual Primer Secretario y hombre fuerte de la Federación barcelonesa socialista dejará próximamente su cargo en ese órgano del PSC, aunque continuará como diputado en el Parlament catalán y miembro de la Ejecutiva Nacional del partido.
Joan Ferran fue uno de los “capitanes” territoriales que a partir del Congreso de Sitges (1994), socavaron hasta derrumbarlo el hasta entonces indiscutido poder que el sector obiolista (nacionalista) ejerció sobre el partido desde su fundación en 1978. Anteriormente a Sitges, un entonces desconocido Ferran había llegado en 1988 a la secretaría de Organización de la Federación barcelonesa de la mano de su entonces Primer Secretario, Antonio Santiburcio.
Santiburcio y Ferran constituyeron un tándem que gobernó la Federación con mano de hierro a través del control absoluto de las agrupaciones locales del partido. Al fallecer Santiburcio en 2001, Ferran se convirtió en su sucesor y heredero. Desde entonces Joan Ferran ejerció un poder total sobre esa Federación, que ha incluido la sumisión completa a sus directrices de Joan Clos durante su etapa como alcalde de la ciudad. El sucesor de Clos, Jordi Hereu, es un hombre modelado por Ferran y de plena confianza del aparato barcelonés del partido.
Hace años que la vieja pugna entre la Federación y el Grupo Municipal Socialista (GMS) barceloneses se saldó con la victoria de los hombres de Joan Ferran, lo que entre otras consecuencias supuso la dimisión como alcalde de Pasqual Maragall en 1997.
Joan Ferran fue uno de los “capitanes” territoriales que a partir del Congreso de Sitges (1994), socavaron hasta derrumbarlo el hasta entonces indiscutido poder que el sector obiolista (nacionalista) ejerció sobre el partido desde su fundación en 1978. Anteriormente a Sitges, un entonces desconocido Ferran había llegado en 1988 a la secretaría de Organización de la Federación barcelonesa de la mano de su entonces Primer Secretario, Antonio Santiburcio.
Santiburcio y Ferran constituyeron un tándem que gobernó la Federación con mano de hierro a través del control absoluto de las agrupaciones locales del partido. Al fallecer Santiburcio en 2001, Ferran se convirtió en su sucesor y heredero. Desde entonces Joan Ferran ejerció un poder total sobre esa Federación, que ha incluido la sumisión completa a sus directrices de Joan Clos durante su etapa como alcalde de la ciudad. El sucesor de Clos, Jordi Hereu, es un hombre modelado por Ferran y de plena confianza del aparato barcelonés del partido.
Hace años que la vieja pugna entre la Federación y el Grupo Municipal Socialista (GMS) barceloneses se saldó con la victoria de los hombres de Joan Ferran, lo que entre otras consecuencias supuso la dimisión como alcalde de Pasqual Maragall en 1997.
El grado de sintonía actual entre ambos órganos –o de sumisión del GMS a la Federación, según fuentes- es tal, que no es descartable que sea el propio Hereu quien suceda a Ferran como Primer Secretario de la Federación de Barcelona.
