Desde hace algunos años, Barcelona se ha ido convirtiendo en uno de los destinos turísticos preferidos de la comunidad gay europea y norteamericana.
El volumen de negocio comienza a ser importante. En 2006, se registraron en Barcelona 150.000 viajeros autoidentificados como gays. El alto poder adquisitivo de estas personas y su importante nivel de gasto en la ciudad- superiores al del turista convencional- no ha pasado desapercibido, y discretamente se está promoviendo este turismo especializado tanto desde la iniciativa privada como desde las instancias oficiales.
En el centro de la ciudad se ha consolidado ya una zona denominada "Gayxample", en el Eixample barcelonés, que acoge restaurantes, bares, tiendas, y todo tipo de locales de interés para personas de tendencia gay. Algunos hoteles se han especializado en clientela gay, y en 2006 se inauguró Axel, el primero dedicado por completo a atender este turismo.
Agencias de viaje especializadas en turismo gay de EEUU y de varios países europeos ofrecen paquetes de estancia en Barcelona que incluyen cuanto puedan necesitar y desear turistas de esta tendencia, además de las consabidas visitas a lugares de la ciudad de interés general.
